[vc_row][vc_column][vc_column_text]A veces confundimos una mala conducta corporal con comodidad. Cuando nos sentamos en el sofá y al rato nos duele la espalda quizá no encontremos la relación entre la postura que adoptamos por costumbre y el dolor producido por una mala conducta corporal al sentarnos.
Las personas somos así. A veces confundimos lo “bueno” con lo “malo” y al revés. Podemos pensar que por el hecho de habernos habituado a una determinada forma de sentarnos ésta es la más cómoda. Incluso si alguien nos dice: “Oye, que te va a doler la espalda, sentado así”, podemos responder tranquilamente que así “es como estamos cómodos”.
Lo mejor es intentar mantener la espalda erguida y alineada, repartiendo el peso entre ambas extremidades inferiores de forma homogénea. Es importante intentar sentarse lo más atrás posible de forma que no quede hueco entre el respaldo y la espalda ya que esta “falta de apoyo” crea tensiones y a la larga, dolor.
Inclinarse hacia atrás provocando presión en el coxis tampoco es muy recomendable ya que como en el caso anterior la zona lumbar queda sin apoyo.
De todas formas como en todo se trata de conseguir un equilibrio. Sentarse demasiado erguido o de forma excesivamente rígida intentando ser lo más “correcto posible” puede ser contraproducente.
Adquirir una buena higiene postural es un proceso lento; podemos hacerlo poco a poco, sin forzar. El soporte, el asiento, es irremediablemente un punto importante para conserguirlo. Un buen sillón, un buen sofá o un buen colchón no tiene que ser necesariamente el más caro, sino el que mejor se adapta a nuestras características físicas.
En Siesta Sofá y Colchón nos distinguimos por no buscar una mera transacción comercial, sino por intentar conocer a nuestros clientes para saber ofrecerle el mejor producto, aunque no siempre éste sea el más caro.
Siesta Sofá y Colchón, especialistas en clientes que descansan bien.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]